Amanecía una mañana nublada en la que el cielo se fue despejando hasta quedar totalmente claro. Una vez en la linea de salida un puñado de nervios recorría todo el cuerpo, con unas ganas tremendas de empezar a correr.
Por fin se dio la salida tras una pequeña espera para rendir un breve homenajee a Irene Sarrionaindia e Iñaki Azparren, únicos dos corredores que han estado en 10 ediciones de Camille Extreme, los primeros 5 kilómetros transcurrían entre las calles del pueblo y una pista de gravilla. Tome la salida muy atrás y con un ritmo tranquilo y debía ir recuperando posiciones según pasaban los kilómetros.
A partir del kilómetro 5 hasta el kilómetro 17 seria una carrera totalmente diferente recorriendo los verdes prados de Isaba y los espectaculares senderos entre hay se en los que se colaban algunos rayos de luz con una capa de barro debido a las tormentas de toda la semana anterior, en la que costaba mantenerse sin resbalarse en las bajadas. En el avituallamiento del kilómetro 5 bebería un vaso de agua, en el avituallamiento del kilómetro 10 tomaría un gel y un vaso de bebida isotónica y en el kilómetro 16 tomaría otro vaso de bebida isotónica.
En el kilómetro 17 empezaría una subida de 3 kilómetros y 800 metro de desnivel positivo para ascender al pico Ezkaurre. La ascensión a este pico se realizaría por senderos de hayas y la zona mas elevada seria una pedrera. Nada mas coronar el pico Euzkarre en el kilómetro 20 tomaría un gel y un vaso de agua.
Por delante 10 kilómetros de bajada con desniveles muy fuertes. El primer tramo de la bajada transcurría entre zonas de pedrera y neveros que poco a poco irían castigando las piernas, luego volveríamos a recorrer interminables senderos por las inmensas praderas de Isaba.
En el kilómetro 27 empece a tener algún calambre por las piernas pero aun así continuaba a buen ritmo por las empinadas cuestas de los últimos kilómetros.
Los últimos kilómetros no serian nada fáciles, con las piernas ya castigadas por el paso del duro recorrido entraríamos en una bajada de asfalto que acompañaba a lanzarse y que en el ultimo kilómetro con una bajada totalmente embarrada se hiciese aun mas dura.
Finalmente después de esta ultima dura bajada entraría en el pueblo con una sensación de alegría que te animaban a terminar esta espectacular carrera con una sonrisa en la cara. Acabe la Camille Extreme con sus 31 kilómetros y 4000 metros de desnivel acumulado en un tiempo de 4 horas y 17 minutos acabando el 17 en categoría Promesa.
Por delante 10 kilómetros de bajada con desniveles muy fuertes. El primer tramo de la bajada transcurría entre zonas de pedrera y neveros que poco a poco irían castigando las piernas, luego volveríamos a recorrer interminables senderos por las inmensas praderas de Isaba.
En el kilómetro 27 empece a tener algún calambre por las piernas pero aun así continuaba a buen ritmo por las empinadas cuestas de los últimos kilómetros.
Los últimos kilómetros no serian nada fáciles, con las piernas ya castigadas por el paso del duro recorrido entraríamos en una bajada de asfalto que acompañaba a lanzarse y que en el ultimo kilómetro con una bajada totalmente embarrada se hiciese aun mas dura.
Finalmente después de esta ultima dura bajada entraría en el pueblo con una sensación de alegría que te animaban a terminar esta espectacular carrera con una sonrisa en la cara. Acabe la Camille Extreme con sus 31 kilómetros y 4000 metros de desnivel acumulado en un tiempo de 4 horas y 17 minutos acabando el 17 en categoría Promesa.
